En un cementerio apartado de todos los sitios, cubierto por el mal tiempo y rodeado de todo tipo de vegetales se encontraban muchos de los alumnos del Zurbarán, todos los profesores y familiares de Jorge. Toda persona que se encontraba allí, coincidía en lo mismo: sentía rabia, impotencia, pena… El sacerdote iba a comenzar la ceremonia cuando…
MANUEL: (Con pena) ¿Puedo decir algunas palabras?
SACERDOTE: Claro que sí. Cuando quieras.
MANUEL: (Triste) Hoy despedimos a un hijo, a un compañero, a un amigo. Para mí, Jorge fue un gran alumno y una persona excelente en todos los sentidos. Los que más y los que menos, todos los que le conocimos le teníamos cariño. No hay nada más triste que despedir a un ser querido, y más cuando ha fallecido siendo tan joven y aun teniendo toda la vida por delante. Pero la vida es así, nos golpea cuando menos nos lo esperamos. Podemos venirnos abajo o ser fuertes y continuar con la vida que para nosotros sigue, la elección es nuestra. Espero que haya donde esté, descanse en paz. Por cierto, hoy se suspenderán las clases en señal de luto.
SUSANA: (Llorando) Muchas gracias (Abraza a Francisco)
FRANCISCO: (Abraza a su mujer) Gracias Manuel.
Unos pasos más allá de la familia de Jorge se encontraban Judith, Kevin, Ixchel y Álvaro que no se veían muy afectados por la muerte del alumno.
JUDITH: Pues mira, yo me voy a ir… que me da muy mal rollo esto.
KEVIN: Tía, que se acaba de morir Jorge.
JUDITH: ¿Y?
KEVIN: Pues que era un buen chico.
JUDITH: ¿Ahora lo vais a poner por los aires?
KEVIN: No, pero hay que guardar un poco de luto.
JUDITH: Bueno, pues yo me voy y guardo el luto fuera, ya habéis oído a Manuel ‘Podemos venirnos abajo o ser fuertes y continuar con la vida que para nosotros sigue, la elección es vuestra’
KEVIN: Visto así...
IXCHEL: ¿A dónde vais?
JUDITH: A dar un paseo de novios, que nosotros sí lo somos…
IXCHEL: Y nosotros ¿Verdad Álvaro? (Le besa)
ÁLVARO: (Nervioso) Sí, sí, claro.
IXCHEL: De todos modos, Álvaro y yo nos quedamos aquí.
JUDITH: Sí tú lo dices… (Coge de la mano a Kevin y se van)
No muy lejos de ellos se encontraban, Marina, Eloy, Raquel y Cristian, estos estaban muy afectados, sobre todo Eloy.
ELOY: (Destrozado) ¡No puede ser! ¡NOOOO!
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Venga, has de ser fuerte.
ELOY: (Llorando de dolor) ¡¿Pero cómo quieres que sea fuerte?!
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Le tenemos que dar el último adiós, me gustaría ir al sitio ese dónde le gustaba comer.
ELOY: (Aguanta el lloro) ¿El restaurante Canario?
RAQUEL: (Se seca las lágrimas) Ese, ahí le gustaba mucho ir a Jorge, podemos ir allí y en la silla que siempre se sentaba pondremos recuerdos durante la cena.
ELOY: (Se seca las lágrimas) ¿A qué hora?
RAQUEL: A la hora de comer, sobre las dos y media o tres.
MARINA: (Abrazada de Raquel) Yo iré.
CRISTIAN: (Disimula el lloro) ¿Yo puedo ir?
RAQUEL: (Vuelve a llorar) Claro.
Kevin y Judith estaban sentados en el césped recién cortado de un precioso parque, los dos se miraron y Kevin besó a Judith. Al poco rato aparecieron Ixchel y Álvaro.
IXCHEL: ¿Qué hacéis parejita?
JUTIH: Dándonos un beso, ¿o eres gilipollas y no lo ves?
KEVIN: Joder, ya nos han cortado el rollo.
ÁLVARO: Perdón, perdón… Por cierto, a ver cuando me haces eso…
IXCHEL: ¡Con una vez al día basta!
JUDITH: Se os ve… ¿muy enamorados?
KEVIN: (Coge de la mano a Judith) Bueno, nosotros ya nos íbamos…
JUDITH: (Voz baja) ¿A dónde?
KEVIN: A algún sitio ¡Venga! (Se van)
ÁLVARO: ¿Pero por qué sólo un beso?
IXCHEL: Y da gracias… ese beso era para simular que estamos juntos.
ÁLVARO: ¿Y no estamos juntos?
IXCHEL: No, quita, quita…
ÁLVARO: Joder no hay quien te entienda…
IXCHEL: ¿Verdad?
ÁLVARO: ¿No será esto para ver cómo me arrastro?
IXCHEL: No, es por guardar un poco de luto… a mí el pobre chico me da pena…
ÁLVARO: Joder, con el luto… bueno, yo también guardaré luto.
IXCHEL: También es porque te arrastres eh, ¡es que me encanta!
Eloy, Raquel, Marina y Cristian caminaban por las solitarias calles de Madrid hasta el restaurante que habían prometido ir.
ELOY: (Lloro fácil) Es aquí.
RAQUEL: (Abrazada de Eloy) Sí, aquí le gustaba venir.
HOMBRE: Muy buenas ¿Tienen mesa reservada? Ay, perdón. Entrar, entrar. Aquí tenéis vuestra mesa de siempre. Por cierto ¿Y Jorge?
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Falleció ayer…
HOMBRE: Lo siento, era un buen chico.
ELOY: Gracias.
HOMBRE: Bueno, entonces ¿os quito la silla?
RAQUEL: No, queremos tenerle por última vez.
HOMBRE: Hacéis bien, ese chico se lo merecía.
Eloy, Marina y Raquel pusieron fotos y recuerdos de Jorge en la silla vacía. A medida que iban colocando los objetos les caían lágrimas por la cara.
Aurora y Nuria salieron de casa de ésta última hacia el coche.
AURORA: Entonces la de miedo o la de risa.
NURIA: Cogemos la de risa, que ya bastante hemos llorado. De verdad, pobre chico, era buen estudiante…
AURORA: ¿Me dejas conducir?
NURIA: Esta bien…
AURORA: ¡Gracias!
NURIA: Por favor, que no tenga percances ni el coche ni nosotras…
AURORA: Tranquila, tranquila. Yo en su día conducía bicis por el campo…
NURIA: ¿Conducir bicis? ¿Llevaban motor?
AURORA: Yo denomino conducir a todo lo que sea difícil de llevar.
NURIA: Empezamos bien… (Sube al coche)
Judith y Kevin estaban en casa de ella. Judith empezó a quitarle la camiseta a Kevin, luego le quitó los pantalones y empezó a lamerle el cuerpo.
KEVIN: ¡Párate!
JUDITH: ¡¿Qué coño te pasa?!
KEVIN: Joder, que me da mal rollo follar ahora…
JUDITH: Sí a ti nunca te da mal rollo follar…
KEVIN: Pero con un amigo muerto…
JUDITH: ¡Pero si no era tu amigo!
KEVIN: ¡Pues compañero!
JUDITH: Bueno, pues si no quieres ¡Vete de mi casa!
KEVIN: (Sale por la puerta) ¡Adiós!
JUDITH: Hasta que se vuelvan a ir mis padres… (Le cierra la puerta) Puto sentimental… Más blando que las tetas de mi abuela…
Raquel, Eloy, Marina, Cristian y Mateo salieron del restaurante.
RAQUEL: ¿Os sentís mejor?
ELOY: Bueno…
RAQUEL: Venga, hay que animarse un poco. Sé que es duro, pero…
ELOY: ¡Claro que es duro! ¡¡TÚ TE IMAGINAS LO QUE ES DESEARLE A ALGUIEN LA MUERTE Y QUE LUEGO MUERA!!
RAQUEL: (Impactada) ¿Qué?
ELOY: (Llorando) Yo le desee la muerte ¡YO!
RAQUEL: (Extrañada y sin saber que decir) Ya pero… estas cosas no pasan porque se digan… pasan por que sí…
ELOY: (Enfadado) No, no ¡Ha sido por mi culpa! ¡Sí no le hubiera conocido ahora estaría vivo! ¡Y sí hubieras querido a Jorge en vez de a Cristian! ¡TAMBIÉN ESTARÍA VIVO!
RAQUEL: ¿Me dices a mí?
ELOY: ¡¡¡SÍÍÍ!!! (Se va corriendo)
CRISTIAN: ¿No será verdad?
RAQUEL: Yo le gustaba, pero tanto como para eso…
MARINA: Joder, me da una pena… No tiene porque sufrir así, él no tiene la culpa.
RAQUEL: Ya, pero le tenemos que dejar que se exprese así, pasara el mal trago.
Héctor caminaba solitario por una gran avenida, un coche venía a toda velocidad, intentó parar en el paso de peatones pero chocó contra Héctor, del coche salieron Aurora y Nuria.
AURORA: ¡AY MADRE!
NURIA: (Asustada) ¡¿Qué ha pasado?!
AURORA: (Asustada) ¿Llamo al Samur?
NURIA: Sí, corre, corre. (Pega a la cara de Héctor) ¡Héctor, Héctor!
AURORA: (Habla por el móvil) Sí, sí, calle… calle… ¿Qué calle es esta?
NURIA: No sé, frente al Cine Obtuso…
AURORA: Frente al cine Obtuso (…) Sí, esa. Gracias.
NURIA: ¡Tráeme agua fría!
AURORA: Voy, voy (Va al coche y coge su botella) Toma.
NURIA: (Echa agua a Héctor) ¡Héctor, Héctor! ¿Estás bien?
HÉCTOR: (Dolorido) ¿Qué ha pasado?
NURIA: Te hemos atropellado…
AURORA: Sin querer, es que no veía el color del semáforo…
NURIA: Mira, por ahí viene la ambulancia.
MANUEL: (Con pena) ¿Puedo decir algunas palabras?
SACERDOTE: Claro que sí. Cuando quieras.
MANUEL: (Triste) Hoy despedimos a un hijo, a un compañero, a un amigo. Para mí, Jorge fue un gran alumno y una persona excelente en todos los sentidos. Los que más y los que menos, todos los que le conocimos le teníamos cariño. No hay nada más triste que despedir a un ser querido, y más cuando ha fallecido siendo tan joven y aun teniendo toda la vida por delante. Pero la vida es así, nos golpea cuando menos nos lo esperamos. Podemos venirnos abajo o ser fuertes y continuar con la vida que para nosotros sigue, la elección es nuestra. Espero que haya donde esté, descanse en paz. Por cierto, hoy se suspenderán las clases en señal de luto.
SUSANA: (Llorando) Muchas gracias (Abraza a Francisco)
FRANCISCO: (Abraza a su mujer) Gracias Manuel.
Unos pasos más allá de la familia de Jorge se encontraban Judith, Kevin, Ixchel y Álvaro que no se veían muy afectados por la muerte del alumno.
JUDITH: Pues mira, yo me voy a ir… que me da muy mal rollo esto.
KEVIN: Tía, que se acaba de morir Jorge.
JUDITH: ¿Y?
KEVIN: Pues que era un buen chico.
JUDITH: ¿Ahora lo vais a poner por los aires?
KEVIN: No, pero hay que guardar un poco de luto.
JUDITH: Bueno, pues yo me voy y guardo el luto fuera, ya habéis oído a Manuel ‘Podemos venirnos abajo o ser fuertes y continuar con la vida que para nosotros sigue, la elección es vuestra’
KEVIN: Visto así...
IXCHEL: ¿A dónde vais?
JUDITH: A dar un paseo de novios, que nosotros sí lo somos…
IXCHEL: Y nosotros ¿Verdad Álvaro? (Le besa)
ÁLVARO: (Nervioso) Sí, sí, claro.
IXCHEL: De todos modos, Álvaro y yo nos quedamos aquí.
JUDITH: Sí tú lo dices… (Coge de la mano a Kevin y se van)
No muy lejos de ellos se encontraban, Marina, Eloy, Raquel y Cristian, estos estaban muy afectados, sobre todo Eloy.
ELOY: (Destrozado) ¡No puede ser! ¡NOOOO!
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Venga, has de ser fuerte.
ELOY: (Llorando de dolor) ¡¿Pero cómo quieres que sea fuerte?!
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Le tenemos que dar el último adiós, me gustaría ir al sitio ese dónde le gustaba comer.
ELOY: (Aguanta el lloro) ¿El restaurante Canario?
RAQUEL: (Se seca las lágrimas) Ese, ahí le gustaba mucho ir a Jorge, podemos ir allí y en la silla que siempre se sentaba pondremos recuerdos durante la cena.
ELOY: (Se seca las lágrimas) ¿A qué hora?
RAQUEL: A la hora de comer, sobre las dos y media o tres.
MARINA: (Abrazada de Raquel) Yo iré.
CRISTIAN: (Disimula el lloro) ¿Yo puedo ir?
RAQUEL: (Vuelve a llorar) Claro.
Kevin y Judith estaban sentados en el césped recién cortado de un precioso parque, los dos se miraron y Kevin besó a Judith. Al poco rato aparecieron Ixchel y Álvaro.
IXCHEL: ¿Qué hacéis parejita?
JUTIH: Dándonos un beso, ¿o eres gilipollas y no lo ves?
KEVIN: Joder, ya nos han cortado el rollo.
ÁLVARO: Perdón, perdón… Por cierto, a ver cuando me haces eso…
IXCHEL: ¡Con una vez al día basta!
JUDITH: Se os ve… ¿muy enamorados?
KEVIN: (Coge de la mano a Judith) Bueno, nosotros ya nos íbamos…
JUDITH: (Voz baja) ¿A dónde?
KEVIN: A algún sitio ¡Venga! (Se van)
ÁLVARO: ¿Pero por qué sólo un beso?
IXCHEL: Y da gracias… ese beso era para simular que estamos juntos.
ÁLVARO: ¿Y no estamos juntos?
IXCHEL: No, quita, quita…
ÁLVARO: Joder no hay quien te entienda…
IXCHEL: ¿Verdad?
ÁLVARO: ¿No será esto para ver cómo me arrastro?
IXCHEL: No, es por guardar un poco de luto… a mí el pobre chico me da pena…
ÁLVARO: Joder, con el luto… bueno, yo también guardaré luto.
IXCHEL: También es porque te arrastres eh, ¡es que me encanta!
Eloy, Raquel, Marina y Cristian caminaban por las solitarias calles de Madrid hasta el restaurante que habían prometido ir.
ELOY: (Lloro fácil) Es aquí.
RAQUEL: (Abrazada de Eloy) Sí, aquí le gustaba venir.
HOMBRE: Muy buenas ¿Tienen mesa reservada? Ay, perdón. Entrar, entrar. Aquí tenéis vuestra mesa de siempre. Por cierto ¿Y Jorge?
RAQUEL: (Aguanta el lloro) Falleció ayer…
HOMBRE: Lo siento, era un buen chico.
ELOY: Gracias.
HOMBRE: Bueno, entonces ¿os quito la silla?
RAQUEL: No, queremos tenerle por última vez.
HOMBRE: Hacéis bien, ese chico se lo merecía.
Eloy, Marina y Raquel pusieron fotos y recuerdos de Jorge en la silla vacía. A medida que iban colocando los objetos les caían lágrimas por la cara.
Aurora y Nuria salieron de casa de ésta última hacia el coche.
AURORA: Entonces la de miedo o la de risa.
NURIA: Cogemos la de risa, que ya bastante hemos llorado. De verdad, pobre chico, era buen estudiante…
AURORA: ¿Me dejas conducir?
NURIA: Esta bien…
AURORA: ¡Gracias!
NURIA: Por favor, que no tenga percances ni el coche ni nosotras…
AURORA: Tranquila, tranquila. Yo en su día conducía bicis por el campo…
NURIA: ¿Conducir bicis? ¿Llevaban motor?
AURORA: Yo denomino conducir a todo lo que sea difícil de llevar.
NURIA: Empezamos bien… (Sube al coche)
Judith y Kevin estaban en casa de ella. Judith empezó a quitarle la camiseta a Kevin, luego le quitó los pantalones y empezó a lamerle el cuerpo.
KEVIN: ¡Párate!
JUDITH: ¡¿Qué coño te pasa?!
KEVIN: Joder, que me da mal rollo follar ahora…
JUDITH: Sí a ti nunca te da mal rollo follar…
KEVIN: Pero con un amigo muerto…
JUDITH: ¡Pero si no era tu amigo!
KEVIN: ¡Pues compañero!
JUDITH: Bueno, pues si no quieres ¡Vete de mi casa!
KEVIN: (Sale por la puerta) ¡Adiós!
JUDITH: Hasta que se vuelvan a ir mis padres… (Le cierra la puerta) Puto sentimental… Más blando que las tetas de mi abuela…
Raquel, Eloy, Marina, Cristian y Mateo salieron del restaurante.
RAQUEL: ¿Os sentís mejor?
ELOY: Bueno…
RAQUEL: Venga, hay que animarse un poco. Sé que es duro, pero…
ELOY: ¡Claro que es duro! ¡¡TÚ TE IMAGINAS LO QUE ES DESEARLE A ALGUIEN LA MUERTE Y QUE LUEGO MUERA!!
RAQUEL: (Impactada) ¿Qué?
ELOY: (Llorando) Yo le desee la muerte ¡YO!
RAQUEL: (Extrañada y sin saber que decir) Ya pero… estas cosas no pasan porque se digan… pasan por que sí…
ELOY: (Enfadado) No, no ¡Ha sido por mi culpa! ¡Sí no le hubiera conocido ahora estaría vivo! ¡Y sí hubieras querido a Jorge en vez de a Cristian! ¡TAMBIÉN ESTARÍA VIVO!
RAQUEL: ¿Me dices a mí?
ELOY: ¡¡¡SÍÍÍ!!! (Se va corriendo)
CRISTIAN: ¿No será verdad?
RAQUEL: Yo le gustaba, pero tanto como para eso…
MARINA: Joder, me da una pena… No tiene porque sufrir así, él no tiene la culpa.
RAQUEL: Ya, pero le tenemos que dejar que se exprese así, pasara el mal trago.
Héctor caminaba solitario por una gran avenida, un coche venía a toda velocidad, intentó parar en el paso de peatones pero chocó contra Héctor, del coche salieron Aurora y Nuria.
AURORA: ¡AY MADRE!
NURIA: (Asustada) ¡¿Qué ha pasado?!
AURORA: (Asustada) ¿Llamo al Samur?
NURIA: Sí, corre, corre. (Pega a la cara de Héctor) ¡Héctor, Héctor!
AURORA: (Habla por el móvil) Sí, sí, calle… calle… ¿Qué calle es esta?
NURIA: No sé, frente al Cine Obtuso…
AURORA: Frente al cine Obtuso (…) Sí, esa. Gracias.
NURIA: ¡Tráeme agua fría!
AURORA: Voy, voy (Va al coche y coge su botella) Toma.
NURIA: (Echa agua a Héctor) ¡Héctor, Héctor! ¿Estás bien?
HÉCTOR: (Dolorido) ¿Qué ha pasado?
NURIA: Te hemos atropellado…
AURORA: Sin querer, es que no veía el color del semáforo…
NURIA: Mira, por ahí viene la ambulancia.
Eloy caminaba sin rumbo por las calles con la cara manchada, no se preocupaba de pisar charcos ni de chocarse con las paredes y la gente, le daba todo igual. Dio unos pasos más y se dio cuenta de que estaba ya en su casa, cogió su llave y abrió la puerta. Cuando pasó, se sentó en las escaleras que subían a su casa y empezó a llorar.
Marina acompañaba a Raquel hasta su casa, cuando llegaron, ésta llamó al timbre y Miguel contestó.
MIGUEL: ¿Quién es?
RAQUEL: Yo papá.
MARINA: Bueno, adiós.
RAQUEL: ¿Quieres quedarte a dormir?
MARINA: No, no.
RAQUEL: Venga, ven.
MARINA: Vale, pero llamo a mis padres qué si no…
RAQUEL: ¿Puede quedarse una amiga?
MIGUEL: Claro, subir, subir.
MARINA: (Habla por el móvil) Hola, ¿me puedo quedar a dormir en casa de Raquel (…) Por favor… (…) Sí, lo he hecho… (…) Gracias. (Cuelga)
RAQUEL: Venga, las dos lo necesitamos, estamos pasando por momentos muy duros…
Las dos jóvenes subieron por las escaleras, llamaron a la puerta de Raquel y Miguel les abrió.
MIGUEL: Hola. ¿Qué queréis de cena?
MARINA: Nada, gracias.
RAQUEL: Venga, ¿seguro que no quieres nada? ¿Galletas, leche…?
MARINA: Un vaso de leche… caliente, por favor.
RAQUEL: A mí hazme otro por favor papá. (Se sentó en el sofá y encendió la televisión)
PEDRO PIQUERAS: (Informativos TeleCinco) Otro terrible suceso ocurrió anoche cuando un joven de unos dieciocho años falleció por una sobredosis, mientras se encontraba de fiesta. Mi compañera Tatiana está ahí, Tatiana, ¿qué sucedió esa noche?
TATIANA: (Reportera TeleCinco) Sí Pedro, anoche, en la inauguración de la discoteca Orfeo…
MIGUEL: ¿Ese ha sido el amigo vuestro?
RAQUEL: Sí…
MIGUEL: Lo siento mucho, ¿era buena persona?
MARINA: Sí, era educado, estudiante… lo tenía todo.
MIGUEL: ¿Y por qué… esto… falleció?
RAQUEL: (Sin saber que decir) Por… por… por todo, todo le iba mal… el pobre…
MIGUEL: Joder, tan joven… (Saca las tazas de leche)
Eran las tantas de la noche, y Álvaro e Ixchel aún seguían merodeando por las calles de Madrid, está vez, entraron en un bar a cogerse un refresco.
IXCHEL: Una Coca-Cola, por favor.
ÁLVARO: ¿Qué dices? Tómate agua… que tal y como estás…
IXCHEL: ¡Anda y déjame!
CAMARERO: ¿Agua o Coca-Cola?
IXCHEL: Agua.
ÁLVARO: ¿Por qué lo has hecho?
IXCHEL: Por mi salud…
ÁLVARO: Yo creo que por algo más que eso…
IXCHEL: No, en la vida ya tengo de todo, salud, dinero y amor.
ÁLVARO: El amor no lo tienes muy seguro aún, eh…
IXCHEL: A mí los chicos me vienen a montones, a montones.
CAMARERO: Uno cincuenta.
ÁLVARO: (Coge la cartera) Toma, aquí tienes.
IXCHEL: Gracias, pero no hacía falta.
ÁLVARO: Sí, porque si te tienes que poner a buscar tú el dinero…
IXCHEL: Imbécil…
CAMARERO: Lo que es el amor…
IXCHEL: ¡Qué no somos novios!
Aurora y Nuria estaban sentadas en la sala de espera de un hospital, a su lado un hombre con el brazo magullado y a su otro lado un hombre con un ojo rojo.
AURORA: ¿Esto… es un hospital?
HOMBRE OJO ROJO: ¡Cinco horas! ¡CINCO HORAS!
AURORA: Por eso lo llevas tan rojo, a ver ciérralo.
NURIA: (En voz baja) Calla, que hay que estar callados…
AURORA: Sí a ese cartel nadie le hace caso…
ENFERMERA: ¿Alejandro Ramírez?
HOMBRE BRAZO MAGULLADO: ¡Yo!
HOMBRE OJO ROJO: Joder… el último me cogerán.
ANCIANO: Yo una vez estuve diez horas con una piedra en el riñón…
AURORA: De aquí se puede sacar una serie…
NURIA: (En voz baja) No se te puede llevar a ningún sitio, de verdad…
ENFERMERA: ¿Los acompañantes de Héctor Landa?
NURIA Y AURORA: Nosotras.
ENFERMERA: Pasen, por favor. (Les acompaña a la sala)
DOCTOR: Miren, este hombre ha sufrido rotura de tibia y peroné del pie izquierdo y rotura del radio. Por lo tanto, es necesario que se quede algunos días aquí en observación para ver como evoluciona. Por cierto ¿han avisado a la policía?
NURIA: Sí.
DOCTOR: ¿Y qué les ha dicho?
NURIA: Que Aurora no iba bebida y el coche iba en perfectísimas condiciones así que tan sólo tendremos que pagar una indemnización.
DOCTOR: Convendría que alguien le ayudara durante unos días. ¿Está usted casado o tiene alguien en casa que le ayude?
HÉCTOR: Lo cierto es que no… (Intentando llamar la atención de Nuria) Si alguien me cuidase, yo podría arreglar el tema de la indemnización…
AURORA: ¿La indemnización cuánto es?
DOCTOR: Podrían llegar a unos quinientos euros…
NURIA: Tranquilo que nosotras nos encargamos de todo.
HÉCTOR: Gracias, qué amables.
Raquel y Marina fueron a la habitación de Raquel y encendieron el ordenador. Se conectaron al Tuenti para ver quién estaba conectado, al parecer Judith aparecía disponible y comenzó una conversación.
JUDITH: K tal el gay? mjor XD XD
RAQUEL: Vete a la mierda, ojalá no te pasé esto a ti…
JUDITH: L k? Ser homosexual o k se me muera alguien XD XD venga a pasarlo bn!!!
MARINA: Esta tía es gilipollas.
RAQUEL: A mí me da que tiene envidia.
MARINA: ¿Envidia? ¿Por qué?
RAQUEL: Porque a ella la quieren por su dinero y a nosotros, que somos de otra clase nos quieren por como somos…
MARINA: No sé, pero a veces me dan unas ganas de pegarle…
RAQUEL: Mira a ese tipo de personas es mejor no hacerles caso… De verdad…
MARINA: ¿Vamos ya a dormir? Mañana hay clase y…
RAQUEL: Mañana es sábado…
MARINA: Ah, bueno, de todas maneras tengo sueño, el día ha sido bastante largo…
RAQUEL: Buenas noches.
MARINA: Hasta mañana.
Manuel llegó a su casa, dejó las llaves en un bote, fue a la cocina a coger un vaso de agua y luego se dirigió a su despacho, allí cogió los expedientes de cada alumno y fue hasta la letra ‘‘J’’ luego buscó la ‘‘O’’ y encontró ‘‘JORGE’’, sacó el expediente y fue mirando las fotos que le habían mandado de cursos anteriores, empezó por infantil, era un niño rubio, bien vestido pero solitario, luego fue a primero de primaria, allí el pelo era un poco más oscuro y seguía solitario, buscó la foto de sexto de primaria y vio la foto, allí era ya mitad pelirrojo mitad rubio y al lado suyo un chico haciéndole tonterías. Por último miró las fotos que le habían enviado para entrar en el actual curso y vio que en esa, salía al lado de Raquel. Una lágrima comenzó a recorrer la cara de Manuel, luego otra y otra. Cerró el puño y lo golpeó contra la mesa, todos los folios, lápices y bolígrafos retumbaron.
La vida nos da muchos palos, pero cada persona es un mundo, hay gente que no le afecta por su forma de ser, otras personas que sí le afecta pero intentan disimularlo también las hay que le afectan pero quieren pasar página y otras no quieren pasar página porque se sienten culpables. Aún así, cuando alguien muere, sigue en nuestro interior una parte de él y debemos entender que la muerte forma parte de la vida y es algo inevitable.
Marina acompañaba a Raquel hasta su casa, cuando llegaron, ésta llamó al timbre y Miguel contestó.
MIGUEL: ¿Quién es?
RAQUEL: Yo papá.
MARINA: Bueno, adiós.
RAQUEL: ¿Quieres quedarte a dormir?
MARINA: No, no.
RAQUEL: Venga, ven.
MARINA: Vale, pero llamo a mis padres qué si no…
RAQUEL: ¿Puede quedarse una amiga?
MIGUEL: Claro, subir, subir.
MARINA: (Habla por el móvil) Hola, ¿me puedo quedar a dormir en casa de Raquel (…) Por favor… (…) Sí, lo he hecho… (…) Gracias. (Cuelga)
RAQUEL: Venga, las dos lo necesitamos, estamos pasando por momentos muy duros…
Las dos jóvenes subieron por las escaleras, llamaron a la puerta de Raquel y Miguel les abrió.
MIGUEL: Hola. ¿Qué queréis de cena?
MARINA: Nada, gracias.
RAQUEL: Venga, ¿seguro que no quieres nada? ¿Galletas, leche…?
MARINA: Un vaso de leche… caliente, por favor.
RAQUEL: A mí hazme otro por favor papá. (Se sentó en el sofá y encendió la televisión)
PEDRO PIQUERAS: (Informativos TeleCinco) Otro terrible suceso ocurrió anoche cuando un joven de unos dieciocho años falleció por una sobredosis, mientras se encontraba de fiesta. Mi compañera Tatiana está ahí, Tatiana, ¿qué sucedió esa noche?
TATIANA: (Reportera TeleCinco) Sí Pedro, anoche, en la inauguración de la discoteca Orfeo…
MIGUEL: ¿Ese ha sido el amigo vuestro?
RAQUEL: Sí…
MIGUEL: Lo siento mucho, ¿era buena persona?
MARINA: Sí, era educado, estudiante… lo tenía todo.
MIGUEL: ¿Y por qué… esto… falleció?
RAQUEL: (Sin saber que decir) Por… por… por todo, todo le iba mal… el pobre…
MIGUEL: Joder, tan joven… (Saca las tazas de leche)
Eran las tantas de la noche, y Álvaro e Ixchel aún seguían merodeando por las calles de Madrid, está vez, entraron en un bar a cogerse un refresco.
IXCHEL: Una Coca-Cola, por favor.
ÁLVARO: ¿Qué dices? Tómate agua… que tal y como estás…
IXCHEL: ¡Anda y déjame!
CAMARERO: ¿Agua o Coca-Cola?
IXCHEL: Agua.
ÁLVARO: ¿Por qué lo has hecho?
IXCHEL: Por mi salud…
ÁLVARO: Yo creo que por algo más que eso…
IXCHEL: No, en la vida ya tengo de todo, salud, dinero y amor.
ÁLVARO: El amor no lo tienes muy seguro aún, eh…
IXCHEL: A mí los chicos me vienen a montones, a montones.
CAMARERO: Uno cincuenta.
ÁLVARO: (Coge la cartera) Toma, aquí tienes.
IXCHEL: Gracias, pero no hacía falta.
ÁLVARO: Sí, porque si te tienes que poner a buscar tú el dinero…
IXCHEL: Imbécil…
CAMARERO: Lo que es el amor…
IXCHEL: ¡Qué no somos novios!
Aurora y Nuria estaban sentadas en la sala de espera de un hospital, a su lado un hombre con el brazo magullado y a su otro lado un hombre con un ojo rojo.
AURORA: ¿Esto… es un hospital?
HOMBRE OJO ROJO: ¡Cinco horas! ¡CINCO HORAS!
AURORA: Por eso lo llevas tan rojo, a ver ciérralo.
NURIA: (En voz baja) Calla, que hay que estar callados…
AURORA: Sí a ese cartel nadie le hace caso…
ENFERMERA: ¿Alejandro Ramírez?
HOMBRE BRAZO MAGULLADO: ¡Yo!
HOMBRE OJO ROJO: Joder… el último me cogerán.
ANCIANO: Yo una vez estuve diez horas con una piedra en el riñón…
AURORA: De aquí se puede sacar una serie…
NURIA: (En voz baja) No se te puede llevar a ningún sitio, de verdad…
ENFERMERA: ¿Los acompañantes de Héctor Landa?
NURIA Y AURORA: Nosotras.
ENFERMERA: Pasen, por favor. (Les acompaña a la sala)
DOCTOR: Miren, este hombre ha sufrido rotura de tibia y peroné del pie izquierdo y rotura del radio. Por lo tanto, es necesario que se quede algunos días aquí en observación para ver como evoluciona. Por cierto ¿han avisado a la policía?
NURIA: Sí.
DOCTOR: ¿Y qué les ha dicho?
NURIA: Que Aurora no iba bebida y el coche iba en perfectísimas condiciones así que tan sólo tendremos que pagar una indemnización.
DOCTOR: Convendría que alguien le ayudara durante unos días. ¿Está usted casado o tiene alguien en casa que le ayude?
HÉCTOR: Lo cierto es que no… (Intentando llamar la atención de Nuria) Si alguien me cuidase, yo podría arreglar el tema de la indemnización…
AURORA: ¿La indemnización cuánto es?
DOCTOR: Podrían llegar a unos quinientos euros…
NURIA: Tranquilo que nosotras nos encargamos de todo.
HÉCTOR: Gracias, qué amables.
Raquel y Marina fueron a la habitación de Raquel y encendieron el ordenador. Se conectaron al Tuenti para ver quién estaba conectado, al parecer Judith aparecía disponible y comenzó una conversación.
JUDITH: K tal el gay? mjor XD XD
RAQUEL: Vete a la mierda, ojalá no te pasé esto a ti…
JUDITH: L k? Ser homosexual o k se me muera alguien XD XD venga a pasarlo bn!!!
MARINA: Esta tía es gilipollas.
RAQUEL: A mí me da que tiene envidia.
MARINA: ¿Envidia? ¿Por qué?
RAQUEL: Porque a ella la quieren por su dinero y a nosotros, que somos de otra clase nos quieren por como somos…
MARINA: No sé, pero a veces me dan unas ganas de pegarle…
RAQUEL: Mira a ese tipo de personas es mejor no hacerles caso… De verdad…
MARINA: ¿Vamos ya a dormir? Mañana hay clase y…
RAQUEL: Mañana es sábado…
MARINA: Ah, bueno, de todas maneras tengo sueño, el día ha sido bastante largo…
RAQUEL: Buenas noches.
MARINA: Hasta mañana.
Manuel llegó a su casa, dejó las llaves en un bote, fue a la cocina a coger un vaso de agua y luego se dirigió a su despacho, allí cogió los expedientes de cada alumno y fue hasta la letra ‘‘J’’ luego buscó la ‘‘O’’ y encontró ‘‘JORGE’’, sacó el expediente y fue mirando las fotos que le habían mandado de cursos anteriores, empezó por infantil, era un niño rubio, bien vestido pero solitario, luego fue a primero de primaria, allí el pelo era un poco más oscuro y seguía solitario, buscó la foto de sexto de primaria y vio la foto, allí era ya mitad pelirrojo mitad rubio y al lado suyo un chico haciéndole tonterías. Por último miró las fotos que le habían enviado para entrar en el actual curso y vio que en esa, salía al lado de Raquel. Una lágrima comenzó a recorrer la cara de Manuel, luego otra y otra. Cerró el puño y lo golpeó contra la mesa, todos los folios, lápices y bolígrafos retumbaron.
La vida nos da muchos palos, pero cada persona es un mundo, hay gente que no le afecta por su forma de ser, otras personas que sí le afecta pero intentan disimularlo también las hay que le afectan pero quieren pasar página y otras no quieren pasar página porque se sienten culpables. Aún así, cuando alguien muere, sigue en nuestro interior una parte de él y debemos entender que la muerte forma parte de la vida y es algo inevitable.